El silencio inunda sus profundas paredes
gastadas por el tiempo,
el tiempo y las historias que nos cuentan
las desgracias de un pueblo,
acuciado por las rencillas,
las venganzas descarnadas.
La mafia es dueña de sus calles,
de sus iglesias,
de las gentes de bien
que trabajan y sueñan con un futuro mejor.
La turista, ajena, observa
la belleza silenciosa de sus piedras desgastadas
por el tiempo...
¡Otros tiempos...!!!
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