Sumergida en el frondoso valle de anuncios y de gentes,
su rostro denota tranquilidad en la vorágine de la city.
Fin de semana mágico en la tómbola de las sorpresas,
el regalo gratificante para Almudena que disfrutó como una
niña, que es.
Mientras Teresa se relaja en la Gran Vía observándolo todo
y disfrutando del momento...Ummmm...
El ritmo de nuestros días,
trepidante y confuso,
y nos encontramos con la belleza silenciosa,
sosegada,
nos abre los sentidos.
Disfrutas de esos momentos de silencios
y recogimiento,
el alma lo agradece,
el espíritu se estimula
y la mirada se recrea,
ante la belleza de un paisaje
Ourensano.
Sombras acechantes la rodean,
tierna y frágil se defiende ante su
precipitada caída.
Observo como, poco a poco, se va formando,
aumentando, fortaleciéndose.
Pero su final es inminente,
su abrazo con la tierra
será para siempre,
¡definitivo!
Tarde de domingo plácido y feliz,
en el aire el aleteo alegre y revoltoso.
Silencio,
los invisibles hilos del aire, la hacen presa.
La plácida tarde se vuelca en tragedia para el pequeño
insecto,
que un minuto antes era feliz surcando cielos.
