Nuestros pasos enmudecen entre las hojas
de los carballos,
mañana mágica llena de descubrimientos,
de silencios de los senderos
de la Galicia interior,
al encuentro de la inmensidad de los
Cañones del Sil.
Enredado en lazos invisibles
encuentra el final
después de surcar horizontes de aventura.
Le tendieron una trampa
y fue incapaz de liberarse del abrazo mortal.
Hilos invisibles esperaban su vuelo, libre e ingenuo.
Todo preparado... era cuestión de tiempo...
y ese tiempo ha llegado.
Duerme el eterno sueño, abrigado y colgado de las nubes.
Naturaleza...¡Lo siento por ti!